martes, 10 de junio de 2008

Los piños de ese niño


Aquí estoy en el puerto de Ciudad del Cabo. Parece que alguien me ha empalado (aunque como siempre intento no perder la sonrisa). Ya veis otra señal de que la segregación racial ha pasado a la historia en el país africano. Estos niños son negros y parece que van a un buen colegio. Sus sonrisas, sobre todo la del de mi izquierda (vaya dientes), denotan que son felices. Estamos muy cerquita del Cabo de Buena Esperanza, que junto con el de Hornos es quizá el más conocido del mundo.

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