Ahí tenéis a alguien que mira a su madre y no la encuentra. Leo sigue creciendo, pero todavía no sabe ni a donde mira ni cómo ni nada. Da igual, de momento no le pedimos que haga operaciones demasiado difíciles, nos conformamos con que ría de vez en cuando y con sus intentos por decir la palabra ajo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario