Me encantan las tiendas de campaña. Aquí estoy en Trindade, un pueblo de Brasil al que acuden miles de surferos de todo el mundo. Por las mañanas teníamos un despertador maravilloso: el ruido de las olas.
Aquí estoy con Fer dentro de Maracaná, el que un día fue el estadio más grande del mundo. Dicen que en una reunión evangélica se metieron en el campo más de 250.000 personas. Desde fuera no parece un campo tan enorme.
¿Se puede hacer algo mejor un domingo que ir a la playa de Ipanema? Fue un día maravilloso que decidimos terminas un poco cutremente cuando nos fuimos a cenar a un McDonald’s.
El que aparece en la portada de este periódico es un conocido narcotraficante de Río que disfruta de la compañía de un conocido futbolista… ¡Ronaldo! La noticia comenta que el jugador había consumido marihuana en una fiesta. Desde luego, la cara que tenía no era de haber comido lacasitos.
¡Cómo me estiro! Puede que este señor sea el Cristo más famoso del mundo, el de Corcobado, en Río de Janeiro. Fue elegido como una de las maravillas del mundo. Pero para mí como que no.
Y de un salto me planto en otro continente y con esta chica tan maja, que se llama como un amigo mío: Súper Coca. Estamos en Río de Janeiro, una ciudad que es la capital mundial de algo, todavía no sé de qué. De todas formas es uno de los lugares más increíbles del globo. ¿Os dicen algo las palabras Ipanema, Copacabana, Carnaval o Maracaná?
Soy el bisnieto del que salía junto a su inseparable amigo Blas en Barrio Sésamo. De mi bisabuelo recuerdo su candidez, aquel peinado tan surrealista, su estridente risa y esa voz susurrante. Nadie como él.
Seguro que muchos pensáis que los muñecos sólo respondemos a estímulos tipo José Luis Moreno (odio a ese tipo). Pero no: ¿no recordáis al abuelo de Fraguel Rock? ¿Y al gnomo de Amelie? Somos mucho más autónomos de lo que podáis pensar. Este blog es una buena muestra de ello. Mi bisabuelo cruzó fronteras: En los países anglosajones le conocían por Ernie y en Latinoamérica como Enrique. Así que un día pensé: ¿Por qué no yo? ¿Por qué no emular a todos ellos?
La historia es más o menos así: Me regalaron para ser la compañía de dos gatos, luego un humano me robó de la casa de los gatos, me colocó en una torreta llena de píldoras y cuando me di cuenta estábamos viajando hacia Asia para dar la vuelta al mundo. El resto está en imágenes.